Y nada mejor, para ser conscientes de esa mediocridad que tu propuesta del último post, es decir, no puedo salirme de LA caja si antes no reviso MI caja. Si no empezamos por ahí todo se convierte en un eterno echar balones fuera.
Es cierto, da pereza… sobre todo porque tendemos a sumar inercias en vez de revisarlas, y llega un momento en que no caben más. Entonces la Vida, con su eterna sabiduría práctica, nos trae una buena tormenta que nos obliga a desconectar del mundo para conectarnos con el yo propio. ¡Y hay que ver lo bien que se respira después de la tormenta!
Gracias Pau Muxus!!