Más que guardarla la cuestión es procesar e interpretar porque si no es imposible de canalizar. Ese es mi trabajo con mis clientes, vincular no de cara al mercado que hay sino anticiparnos al que se está formando. Aunque más que como mercado hay que definirlo como contextos, por eso suelo definirme como investigadora de nuevas realidades 😉
Todo acaba siempre en algún modelo industrial más o menos pesado solo que como está despiezado por todo el mundo no lo vemos. La economía del conocimiento es un bluf, los iPhone y demás no llegan por la red sino por sólido y contaminante transporte que hay que fabricar (un ejemplo un poco patatero pero bueno).
Pero, insisto, esos planes de negocio de enormes números tienen muchas grietas para iniciativas. Y no hay que olvidar que cada uno de estos grandes montajes, como el de cocala, va a demandar nuevos productos y servicios en el propio proceso de fabricación, etc.